viernes, 26 de junio de 2009

Qumrán

Qumram es un valle del Desierto de Judea en las costas occidentales del Mar Muerto cerca del Kibutz de Kalia (Israel). La importancia de este valle (waddy) es la presencia de las ruinas (quiryat) de Qumram y de las cuevas descubiertas en 1947 y que contenían un valioso tesoro arqueológico y bíblico. El sitio fue construido durante o con anterioridad al reinado de Juan Hircano entre el 134 y el 104 a. C. y tuvo diferentes etapas de ocupación hasta probablemente la Caída de Jerusalén del 70 d.C cuando Tito y la Legión Fretensis X destruyeron el asentamiento de los esenios en 68 a. C.

Qumram es el nombre árabe contemporáneo dado a unas ruinas, donde habría habitado una comunidad de la congregación judía de los esenios, situadas en una terraza a cerca de dos kilómetros del Mar Muerto y 13 km al sur de Jericó, sobre los acantilados que se hallan tras la estrecha franja costera, cerca del oasis de Ayin Feshja, a 375 metros bajo el nivel del mar Mediterráneo.

Cerca de estas ruinas, entre los riscos al occidente, se encuentra un conjunto de cuevas, donde en 1947 unos beduinos descubrieron casualmente rollos (libros) con textos religiosos.

Excavaciones arqueológicas realizadas desde 1950 en once cuevas, han permitido encontrar diversos manuscritos sobre la historia, tesis, estatutos y reglamentos de la Comunidad de la Alianza, que habitó el sitio; libros apócrifos intertestamentarios; y las versiones de libros de la Biblia, en hebreo y arameo, más antiguas que se conocen. Desde 1951 fueron excavadas también las ruinas.

La construcción original data del siglo VIII a. C. y duró abandonada varios siglos antes de ser reutilizada por los esenios; era una pequeña fortaleza, con algunas habitaciones en el interior y una cisterna circular para el abastecimiento de agua. Autores creen que era el sitio que algunos escritos antiguos llaman Secacah. Lo que quedaba en pie, fue ocupado por una comunidad hacia el 135 a. C. o unos años antes, cuando se añadieron dos cisternas rectangulares, una red de acequias, y dos hornos de alfarería. Los escritos de la comunidad, se refirieron desde entonces al sitio como Damasco.

Hacia el 100 a. C. la construcción fue ampliada notablemente para servir a un número mayor de personas. Fue construido un sistema mucho más complejo de abastecimiento de agua alimentado por una corriente estacional que corría cerca, y llevado por un túnel y canales hacia grandes cisternas de almacenamiento, tres de ellas enormes.

Se levantó una torre maciza cuadrada que protegía la entrada, y se construyeron también depósitos y salones amplios, uno de ellos con bancos a lo largo de las paredes, apto para reunir muchas personas y otro, al lado, con una cocina y una despensa adyacente, vajillas y otras señales de haber servido como comedor. La mayoría de las personas que usaban estos salones no tenían instalaciones adecuadas para residir permanentemente allí, por lo que se supone que una parte habitaba extramuros, en campamentos en Ayin Feshja y sitios cercanos, donde hombres y mujeres practicaban labores agrícolas o pastoriles para garantizar su sustento, tal y como lo exigían las propias reglas de la comunidad encontradas en las cuevas.

La construcción principal tenía 40 por 30 metros y el conjunto se extiende 80 metros a lo ancho y tiene 90 m de profundidad en su ala oeste, 40m en el centro y 70 m en el ala este.

Se encontró en Qumram un ostracón (tiesto inscrito) con varias líneas en escritura hebrea. Es un contrato en el que un hombre llamado Honi dona sus posesiones, incluido un edificio, un olivar y un huerto de higueras, a un grupo llamado yajad (hebreo, juntos, comunidad). Si esta lectura es correcta, sirve de evidencia para identificar a la congregación que vivía en Qumram, y el nombre por el cual los miembros del grupo se designaban así mismos. Este término aparece en otros manuscritos de los esenios.

Se han encontrado mil doscientas tumbas, cubiertas de piedra y alineadas en sentido norte-sur, contrariando la costumbre judía. Aunque la mayor parte de los enterramientos son de varones, hay también de mujeres y unos pocos de niños. El único lugar donde se han encontrado tumbas judías similares, una docena, es En el-Ghuweir, 15 km al sur de Qumram, donde hay unas ruinas de dimensión mucho menor, que datan del siglo I a. C.

La antigua fortaleza parece haber sido abandonada tras un terremoto o por otras causas en el 31 a. C. y reocupada desde el 4 a. C. Entonces fueron reconstruidas todas las instalaciones. Se han encontrado una gran cantidad de piezas de cerámica idéntica a la descubierta en la primera cueva, e incluso una jarra idéntica a la usada para depositar los rollos, así como tres mesas largas cubiertas de yeso y varios tinteros que datan de esta época final de la ocupación del sitio y que indican que en el primer piso había un lugar destinado para escribir o copiar manuscritos como los encontrados en las cuevas. La construcción fue destruida por los romanos en el 68 d. C. y ellos mantuvieron allí por un tiempo corto un puesto militar.

Había oído hablar de este lugar si como de los tesoros arqueológicos encontrados en él, y de su repercusión histórica?. Muy interesante, le parece?

jueves, 25 de junio de 2009

Yosef bar Mattityahu (Flavio Josefo)

Yosef bar Mattityahu (Flavio Josefo). Primera parte

Nació entre los años 37 ó 38 a. C, en los que hoy es el Estado de Israel y falleció en Roma, en el año 101 d. C, fue un historiador judío fariseo, descendiente de familia de sacerdotes.

Su nombre originario era Yosef bar Mattityahu, o Yossef ben Matityahou, es decir, José hijo de Matías, su familia era sacerdotal de Judea, ligada a la monarquía de los asmoneos.

Ya desde pequeño Josefo se caracterizó por su buena memoria y su facilidad de aprendizaje, lo que le permitió desarrollar sus dotes intelectuales.

En el año 64 d. C se trasladaría a Roma para conseguir de Nerón la liberación de algunos sacerdotes judíos amigos suyos capturados durante las revueltas judías contra los romanos, causa por la que es procesado y encarcelado. Sin embargo, pronto es liberado gracias al apoyo de Sabina Popea, esposa del emperador.

Tras su vuelta a Jerusalén, en el año 66 d. C estalló la Gran Revuelta Judía. Fue designado por el Sanedrín de Jerusalén como comandante en jefe de Galilea, organizando su administración y defensa. Capituló en el verano del año 67 d. C, tras seis semanas defendiendo la casi inexpugnable fortaleza de Jotapata. La mayoría de sus compatriotas fueron asesinados y Josefo fue capturado y llevado ante la presencia del por entonces general Vespasiano. Ante él hizo muestras de su gran formación y le predijo que pronto sería emperador, lo que le llevó a ganarse el perdón cuando se cumplió la predicción. Así, Josefo pasó a llamarse Flavio Josefo, siendo liberado en el año 69 d. C..

Josefo se unió al séquito de Tito, hijo de Vespasiano, en el año 70 d. C en su marcha hacia Judea, siendo testigo ocular de la destrucción de Jerusalén y del Segundo Templo; además, participo como mediador entre ambas partes.

En el año 71 d. C viaja a Roma y, por orden del emperador, se le otorga una pensión, la ciudadanía romana bajo el nombre de Tito Flavio y una casa que fue residencia del mismo Vespasiano. Será aquí donde desarrollará su trabajo literario e histórico. Murió durante el mandato de Trajano

Flavio Josefo no busca la asimilación del mundo hebreo al grecorromano, sino el reconocimiento de su dignidad. Sobre su método nos dice: “…yo creo que si lo que interesa es extraer la verdadera interpretación de los hechos a partir de los hechos mismos, y no seguir vanas opiniones, lo adecuado es todo lo contrario, no despreciar los testimonios de los pueblos no griegos” (Sobre la antigüedad de los judíos, 6).

Nuestro autor considera que la audacia es una fuerza fundamental en los acontecimientos históricos, por ejemplo: “… no consiguieron lo que habían planeado contra mí, pues yo les había salido al paso con una estratagema mejor (Autobiografía, LV,). A pesar de creer en la potencia de la Fortuna, no es supersticioso: “y ridiculizaba lo absurdo de la acusación de brujería, señalando que si los romanos pudiesen vencer a sus enemigos mediante hechiceros, no mantendrían tantos miles de soldados.” (Autobiografía, XXI)

Entre sus Obras se pueden mencionar las siguientes: La guerra de los judíos, Antigüedades judías, Contra Apión, Autobiografía.

Hacia el año 93 d. C, escribe Antigüedades judías. En el capítulo XVIII consta una mención a Jesús de Nazaret que ha recibido el nombre de Testimonio flaviano. Escribe también, en el capítulo XX, acerca de un amigo de Jesús:

Ananías, era un saduceo sin alma. Convocó astutamente al Sanedrín en el momento propicio. El procurador Festo había fallecido. El sucesor, Albino, todavía no había tomado posesión. Hizo que el sanedrín juzgase a Santiago, hermano de Jesús, quien era llamado Cristo, y a algunos otros. Los acusó de haber transgredido la ley y los entregó para que fueran apedreados.

Ant., XX, ix, 1

En el mismo libro de Antigüedades judías, menciona la muerte de Juan el Bautista por orden de Herodes Antipas (Ant., XVIII, v, 2).

En el libro sexto de La guerra de los judíos se encuentra una completa descripción del famoso Templo de Salomón, que junto con la de la Mishná y la Biblia, ha servido de controversia a lo largo de la historia para debatir sobre el tamaño y la forma del edificio. Especialmente en el Renacimiento dividió a los estudiosos en dos tendencias:

1. La liderada por filólogos como el bibliotecario de formación flamenca Benito Arias Montano, que con una fuerte base filológica defendían la continuidad del edificio rectangular que Herodes construyó sobre el solar del Templo de Salomón en el Monte Moriá.

2. La liderada por religiosos como el arquitecto cordobés Juan Bautista Villalpando, que defendían la descripción de la Biblia del templo cuadrado que el profeta Ezequiel soñó que se construiría sobre las ruinas del salomónico.

Es muy probable que el Monasterio de El Escorial, la obra cumbre del Rey católico Felipe II, esté basado en las descripciones de Josefo, dentro de la línea más heterodoxa del hebraísta Benito Arias Montano.

Durante la Edad Media, en Europa, Josefo fue un autor muy leído. Su obra reviste una importancia de primer orden para la historia del pueblo hebreo, y aclara algunos hechos históricos importantes como el asedio y destrucción de Masada en el año 74. También realiza descripciones de las sectas históricas del judaísmo: fariseos, saduceos y zelotes y la algo extravagante comunidad de los esenios (uno de cuyos asentamientos fue Qumram); se encuentran asimismo algunas de las primeras noticias históricas referentes al cristianismo, como el martirio del hermano de Jesús, Santiago, o el sacrificio de Jesús en una cruz, en tiempos de Poncio Pilato, texto que se ha considerado muy deformado por la tradición de copia cristiana, pero que ha sido reconstruido en su forma original con ayuda de copias sirias.